PERMISOS POR ENFERMEDAD

Licencias Médicas El cambio epidemiológico exige modificación en la ley

Fernando Ruiz-Esquide E.,

Pediatra, MBA Salud, Universidad de Chile

La Nación, 18 de Agosto de 2010

El objeto de la licencia médica es facilitar el reposo de un trabajador enfermo a fin de asegurar su recuperación. Mientras dura el reposo, el imponente recibe la totalidad o gran parte de su salario, gracias al subsidio por enfermedad que pagan los aseguradores, ya sean las Isapres, Fonasa o Cajas de Compensación. El costo del subsidio ha crecido hasta hacerse insostenible desde la década de los 90. Así, las cifras más conservadoras indican que el gasto en licencias por enfermedad grave del niño menor a un año se multiplicó por 15, el asociado a licencias por reposo maternal se ha multiplicado por 3, mientras que una de cada dos subsidios por enfermedad común se debe a problemas mentales o del comportamiento. Esto contrasta notoriamente con la ausencia de indicadores epidemiológicos directos que corroboren un alza de las mismas enfermedades en grupos etarios afines.

No se pretende hacer una mera apología al ahorro de estos recursos ni tampoco tener un engolosinamiento adictivo contra las licencias. La idea es promover la liberación de activos a fin de destinarlos al financiamiento de proyectos mucho más efectivos de protección y prevención de estas mismas enfermedades.

Cultura dispendiosa

Cuando uno analiza porqué en toda la sociedad chilena existe una cultura dispendiosa en materia de licencias médicas y sus respectivos subsidios, concluye que la situación está favorecida por lo anticuado de las leyes regulatorias sobre el tema, que se dictaron en 1924 y 1953, principalmente. Obviamente, ya no sirven para el perfil epidemiológico actual.

Ahora que la sociedad está sensibilizada para perfeccionar el reposo maternal, puede ser la oportunidad para crear una legislación integradora y alineada con la realidad presente, que considere los siguientes puntos modernizadores:

• Uso responsable de la licencia médica;

• Definir mejor las patologías del ámbito de la salud mental, que son objeto de subsidio;

• Actualizar el reposo maternal; • Penalizar no sólo la emisión de una licencia fraudulenta, sino que su promoción y uso;

• Generalizar el control computacional de todo el proceso de licencia y pago del subsidio.

Me referiré a los dos primeros puntos, dejando los temas relacionados con la fiscalización para una tercera exposición. La prolongación del posnatal ya fue analizado en profundidad (La Nación, 11 08 2010)

El uso responsable de la licencia médica es resistido entre nosotros, porque muchas veces existe un feroz antagonismo entre el asegurador y el usuario enfermo. En la actualidad, el asegurador – Fonasa, Isapres o Cajas de Compensación – considera que el subsidio por enfermedad es solo un gasto que no va a recuperar. El beneficiario, por su parte, lo ve como un rescate de su inversión en el plan de salud, que muchas veces considera abusivo. Esta subcultura de antagonismos debe ser superada. Hay que educar a ambos actores, haciéndolos copartícipes de una misma suerte. Asimismo, el marco administrativo debe ser propicio al cambio. Por ejemplo, podría rebajarse un porcentaje de la cotización o crear un deducible más económico para el beneficiario que hace un uso discriminado de la licencia médica. Así, se contribuiría a desarrollar un sistema que pasa de ser antagónico a uno relacional, alineado en el interés mutuo.

Como las patologías del ámbito de la salud mental son las que más aumentan en una sociedad en desarrollo como la nuestra, necesariamente hay que cambiar la orientación de la política de subsidios para este grupo de enfermedades, si realmente se desea progresar. Según estudios de la Superintendencia de Seguridad Social, el aumento sostenido en la tramitación de estas licencias ha subido un 41% anual entre los años 2005 y 2007, y la familia de las enfermedades mentales y del comportamiento compiten por el primer lugar, junto a las enfermedades respiratorias epidémicas. En estas morbilidades se nota mucho lo arcaico de las disposiciones administrativas que comentamos, porque fueron dictadas cuando muchos de los tratamientos psiquiátricos no eran exitosos y no existía el concepto de la rehabilitación. En la actualidad la licencia médica por enfermedad psiquiátrica debiera considerar aspectos como la reinserción familiar, social y laboral del paciente. Pero es imposible aplicarlo con la institucionalidad vigente, que considera sinónimos el subsidio con el reposo laboral. En la actualidad, pese a que para muchas enfermedades del ámbito mental se recomienda que el paciente siga activo, hay que insistir en el reposo tradicional, porque es la única manera de que al paciente no le rechacen la licencia.