LACTANCIA MATERNA

La leche materna es el mejor alimento que la madre puede dar a su bebé durante los primeros seis meses de vida. Posteriormente, hasta los dos años o más, los niños pueden seguir con la lactancia materna complementada con sopa mixta y fruta.

La experiencia de amamantar al hijo es una vivencia cargada de emociones felices. Sólo en contadas excepciones, como cuando el niño no puede mamar, existe una mastitis u otra dificultad, la madre puede experimentar emociones negativas hacia ella misma o sus cercanos, porque las cosas no se dan como ella y su entorno esperaban.

Hay que tener presente que la iniciación e instalación de la leche definitiva se caracteriza por ser un período de alta vulnerabilidad , produciéndose una serie de ajustes hormonales en la madre y de adaptación del bebé a la vida fuera del vientre materno.

En esta situación desafiante puede ser muy útil la presencia de una mujer cercana, que ya haya vivido la experiencia de ser madre, que contribuya poderosamente a proporcionarle apoyo y le enseñe una serie de pasos que favorezcan el amamantamiento. Esta figura es la Doula que acompaña y asiste a las mujeres que están por dar a luz y en las primeras semanas del amamantamiento.

En Chile el destete tiende a ser precoz. Somos peligrosamente prejuiciados en este tema: casi la mitad de los casos el destete prematuro está asociado a decisiones o percepciones maternas, que no necesariamente reflejan la realidad. La impresión de que el niño “queda con hambre” o “no tengo suficiente leche”, no siempre está asociada a un hecho objetivo o no se relaciona con la curva de crecimiento del niño.

Asimismo, no es raro que dejar de amamantar esté asociado a razones estéticas, a pesar de las insuperables ventajas de la lactancia materna.

Recomendaciones para una lactancia exitosa

1) Informar a todas las embarazadas acerca de los beneficios de la lactancia.

2) Detallar las medidas simples que aseguren la adecuada preparación del pezón y una buena producción de leche.

3) Ayudar a las madres a iniciar la lactancia dentro de la primera hora siguiente al parto.

4) Mostrar a las madres cómo se debe dar de mamar al niño y cómo mantener la lactancia, incluso si han de separarse de sus hijos por razones laborales.

5) No dar a los recién nacidos más que leche materna. Evitar las fórmulas lácteas, salvo que exista estricta indicación médica.

6) Promover la lactancia a libre demanda.

7) Desaconsejar el uso de chupetes de entretención en los niños amamantados.

8) Promover una dieta materna balanceada y la ingesta de 3 litros de agua al día.

Cuando las madres perciben que el médico las apoya con información práctica para afrontar adecuadamente las dificultades del amamantamiento, descubren que ellas tienen las capacidades y habilidades para dar adecuadamente pecho. Poco a poco dejan atrás la angustia, se tranquilizan y se empoderan en el proceso de lactancia. Súmese a ello el fuerte vínculo madre hijo que se va desarrollando.

No existe una postura ideal para amamantar al niño, como lo hemos visto en las figuras precedentes. Lo importante es que la madre y el bebé estén cómodos y que el niño logre un buen agarre de la areola mamaria y no solamente del pezón.

La preparación del pezón debe iniciarse ya en el 5° o 6° mes de embarazo para asegurarse que esté bien conformado, con una epidermis resistente al momento del alumbramiento, La madre debe usar ropa interior de algodón o lino, única manera de asegurar una aireación de la zona, a fin de evitar que se colonice con levaduras y hongos, que darán origen a las grietas y dermatitis interminables y dolorosas. El aseo diario con abundante agua bicarbonatada y la lubricación con crema de matico son las medidas más importantes para asegurar la buena salud del pezón, luego del nacimiento. Ya nacido el niño, la madre debe ingerir mínimo 3 litros de agua diarios y tener una alimentación sana, que no la meteorice. Hay muchos productos, tanto naturales, avalados por la experiencias centenarias, como sustancias farmacéuticas que aumentan la secreción láctea. Entre los primeros hay que señalar la galega, cuyo preparado en gotas se extrae de una planta del mismo nombre, que crece en lugares soleados y húmedos. La palabra galega significa “la que aporta o trae leche” Para usarla como lacta gogo hay que asegurarse que sea un producto confiable e ingerirlo en la dosis recomendada.

Si hay una lactancia abundante, que se objetiva porque el bebé empieza a subir más de 20 gramos diarios a partir del 7° día de vida, puede considerarse la opción de guardar leche para cuando la madre salga o deba volver al trabajo. En tal caso, se puede extraer la leche luego de un buen lavado de manos y un riguroso aseo de la mama y del pezón, guardarla en bolsas expresamente diseñadas para ello, disponibles en farmacias y casas especializadas. Hay que recordar que la higiene es fundamental y que incidirá en el tiempo que puede durar la leche refrigerada o frigorizada.

Una pregunta frecuente que nos hacen las mamás es cuánto tiempo puede durar esta leche de guarda. La clave está en que debe reservarse recién extraída. O sea, se ordeña y se envasa inmediatamente en la bolsa que mencionamos. Si bien no hay un tiempo rígido. La tablita que sigue puede servir de orientación: