DERMATITIS SEBORROIDE

La dermatitis seborroide es una erupción cutánea del recién nacido y lactantes pequeños que se presenta preferentemente en el cuero cabelludo, frente y mejillas. Algunas veces las lesiones se extienden a los pliegues y el tronco.
Se trata de placas eritematosas con puntitos amarillentos tipo espinilla, secundarias a la sobre estimulación de las glándulas sebáceas, los organelos que desembocan en la base del cabello, encargados de producir el sebo cutáneo.

Luego de unos días las lesiones se cubren de una costra blanquecina. De ahí viene el nombre de “costra de leche”, como se denomina a la dermatitis seborroide del cuero cabelludo.

El origen de la afección es multifactorial. Casi siempre están presente la sobre estimulación de las glándulas sebáceas por hormonas esteroidales y una infección por algunos hongos y más raramente estafilococos.
La estimulación hormonal está suficientemente documentada. En el recién nacido se debe a esteroides de la gestante, que llegan al bebé en las últimas semanas del embarazo y con el amamantamiento. En estos casos se produce una verdadera “crisis genital del recién nacido” que se caracteriza por hiperpigmentación de los genitales, tumefacción mamaria y secreción vaginal mucoide o hemorrágica.
Con la llegada de la pubertad los esteroides gonadales desencadenan el acné juvenil, que es otra forma de dermatitis seborroide.

La sobre infección por levaduras y hongos explica el éxito que tienen los shampoos y cremas a base de anti fúngicos.
El tratamiento se confunde en parte con el cuidado que debemos tener con la piel del lactante menor. La lubricación de la piel es un factor benéfico muy importante. Pese a lo anterior, estos niños deben bañarse por períodos muy cortos, empleando jabones neutros, para evitar que las lesiones se maceren. En cambio, se benefician mucho con la aplicación de aceites vegetales y cremas a base de urea, que producen una humectación prolongada, disminuyendo la inflamación y eritema. Siempre debe preferirse la ropa holgada, de algodón. La ropa de nylon, que lamentablemente es cada vez más común, agravan el cuadro. Si el pediatra encuentra signos compatibles con una sobre infección usará una crema o shampoo específico. Algunas veces el profesional indicará cremas a base de cortisona, de baja penetración.