AMPLIACIÓN DEL POSTNATAL Y LICENCIAS MÉDICAS

Ampliación del Posnatal y Licencias Médicas

Fernando Ruiz-Esquide E., Pediatra,

MBA Salud, Universidad de Chile

La Nación, 11 de Agosto de 2010

Todos los sectores están de acuerdo en ampliar el reposo posnatal de la mujer que tenga cotizaciones previsionales. Las divergencias aparecen cuando hay que decidir qué cambiar y cómo hacerlo. La ley que regula el fuero maternal se actualizó en el año 1953 y junto con las demás disposiciones sobre enfermedad, invalidez y accidentes del trabajo dependen en lo normativo del Ministerio del Trabajo, mientras que en lo operativo obedecen las directrices de las sucesivas reformas al Código Sanitario, hasta llegar a lo que hoy conocemos como Licencia Médica. Lo anterior explica porqué una situación fisiológica, como gestar un hijo, sea motivo de una licencia obligatoria emitida por un médico, durante 18 de las 40 semanas.

No se podrá cambiar algo puntual si se quiere crear una legislación coherente y actualizada tanto para las causales de licencia médica, como para la ayuda económica correspondiente al subsidio. Se requerirá de la participación de todas las fracciones para que el quórum legislativo sea exitoso.

Como el subsidio por reposo y la respectiva licencia médica están inescapablemente unidos, lo más sensato es generar un ambiente propicio para cambiar todas las leyes que mencionamos, a fin de servir mejor a los chilenos y contribuir a controlar fraudes cuyo costo equivale a la totalidad de las actividades de fomento, protección, recuperación y rehabilitación de la salud de 150 mil chilenos al año.

Los temas que debieran ser motivo de una profunda reforma son:

1) Ampliación del reposo maternal

2) Incentivo a la cooperación asegurador – usuario

3) Eliminar días de carencia del subsidio por enfermedad común

4) Definir patologías del ámbito de la salud mental, que son objeto de subsidio

5) Penalizar la emisión y el uso fraudulento de la licencia

6) Generalizar el uso de la licencia médica electrónica

En la nota de hoy me referiré a tres puntos que hay que considerar para asegurar que el nuevo reposo posnatal sea efectivo, eficiente y eficaz.

En primer lugar debemos hablar de ampliación del reposo maternal en lugar de posnatal. La gestación, parto y crianza de un lactante es un proceso continuo que la sociedad debe cuidar con celo, si quiere reducir las tasas de morbimortalidad materna y neonatal. Si mejoran estos indicadores, tendremos una población mucho más sana, requisito indispensable para derrotar la pobreza en la próxima década. Como cada gestación tiene características y cuidados propios, es perfectamente razonable dar cabida a la flexibilización y a la solidaridad, innovando hacia la idea de un reposo que se acomode a la realidad de cada binomio madre hijo. Si una mujer tiene una gestación óptima 2 y sus condiciones laborales son buenas, se interesará por un reposo más breve, siempre que perciba un beneficio para su familia. Si otra da a luz un niño prematuro, con malformaciones o una enfermedad crónica, probablemente necesitará de un posnatal muy superior a los 6 meses. Como las gestantes sanas son la mayoría, es posible conciliar la noción de renunciabilidad de parte de este reposo, a fin de flexibilizar sus disposiciones para que el desarrollo laboral de la mamá no se perjudique.

En segundo lugar hay que darle muchísimo más énfasis al fortalecimiento de una red nacional de salas cunas. El principal detonante de la angustia materna cuando se termina la licencia, es la zozobra por no tener suficiente confianza en la persona o institución que cuidará al hijo. Peor aún, a veces no tienen ni siquiera esa opción. Este sentimiento, superior a cualquier interés por competir laboralmente, sólo podrá ser atenuado si las madres perciben que ahora disponen de una sala cuna cercana que otorga un servicio al hijo siquiera semejante al que le brindarían ellas. Una mejora de esta envergadura, que exigirá para las guarderías de una acreditación en calidad y seguridad al lactante, requiere de sacrificios económicos compartidos con equidad entre los empleadores, el estado y las trabajadoras. El que menos gastaría es el estado, porque ahorraría bastante de los $ 200.000 millones anuales en subsidios maternales, ya sea con el sistema actual, donde existe una licencia piadosa o en el sistema futuro, donde existirá una fuerte presión por prolongar el reposo a través de una flexibilización hacia adelante.

Por último, hay que tener presente el único punto en que técnicamente se encuentran la inmensa mayoría de las licencias postnatales y su respectivo subsidio, si queremos tener una población más sana para la próxima década. Me refiero a la promoción de la lactancia materna en el niño menor. Ésta ha empezado a perder vigor, según recientes encuestas mostradas por el Ministerio de Salud. Su explicación es fácil de encontrar; radica principalmente en nuestra pérdida de identidad cultural – ya que no ocurre lo mismo en el Chile rural – y en la presión que ejerce el marketing de la industria de sucedáneos a partir de la leche de vaca. El mejor antídoto es un posnatal más prolongado. Una madre tranquila por más tiempo junto a su hijo, se traduce en un amamantamiento duradero. A la par irán decreciendo los cuadros bronquiales y gastroentéricos del lactante y la obesidad de toda una vida.