PUBERTAD PRECOZ

La pubertad es el período de la vida durante el cual maduran las características sexuales de una persona, gatilladas por impulsos neuroendocrinos. En el niño, el primer signo puberal es el crecimiento testicular junto a la aparición del vello pubiano. En la niña es el desarrollo del botón mamario. La edad exacta en que se inicia la pubertad depende de muchos factores, como los antecedentes étnicos, familiares, la nutrición y el género. Lo puberal apunta a los caracteres corporales. Paralelamente el niño empieza a experimentar cambios psicológicos y en su vida social. Este concepto ampliado es lo que se llama adolescencia.

Se habla de pubertad precoz cuando estos cambios corporales suceden más temprano. Es decir, antes de los nueve años en el varón o de los ocho en la mujer, siendo mucho más frecuentes y notorios en el sexo femenino. No se conoce la causa de ello, pero uno de los factores es el aumento de obesidad a que se ha visto expuesta la población en forma galopante.

En cerca del 90 % de los casos no se reconoce una etiología precisa y se la denomina pubertad precoz primaria o idiopática. En menos de un 10 % se encuentra una causa, correspondiendo a una pubertad precoz secundaria, mucho más grave, porque radica en un estímulo endocrino anormal que puede estar en el sistema nervioso central, las gónadas (testículos u ovarios), las glándulas suprarrenales u otros tejidos productores de hormonas sexuales. Esta desproporción entre casos primarios y secundarios ha ido disminuyendo en la medida que se perfeccionan los métodos para medir el tipo y las concentraciones hormonales en la sangre.

También existe una pubertad retardada, cuando estos cambios se inician después de los 13 años en la niña y 14 en el varón.

Signos clínicos de pubertad precoz en la niña (antes de los 8 años)

– Olor axilar tipo adulto

– Vello pubiano y en la cavidad humeral

– Estirón precoz

– Botón mamario anticipado

– Menarquia o sangramiento menstrual antes de los 8 años

– Maduración de los genitales externos

Signos clínicos de pubertad precoz en el niño (antes de los 9 años)

– Vello facial, a menudo primero en el labio superior

– Vello pubiano y axilar

– Crecimiento de los testículos y del pene

– Desarrollo de la masa muscular

– Engrosamiento de la voz

Nos referiremos a la pubertad precoz primaria, que puede ser diagnosticada con una detenida anamnesis, un examen físico acucioso y uno o dos exámenes simples. Si bien el cuadro es de curso benigno y se trata sólo de la anticipación de los caracteres sexuales secundarios, no por ello deja de tener implicancias psicológicas para el púber, ya que se adelanta también la adolescencia. Esta forma precoz puede estar gatillada tanto por factores alimentarios, mejor precisados debido a la comida chatarra, o por factores de la sofisticación.

Factores alimentarios

Se cree que el consumo de pollos criados industrialmente con hormonas estaría despertando la pubertad anticipadamente. Lo mismo se ha afirmado de la carne de origen bovino. También el consumo de productos derivados de la soya, que en forma natural son ricos enfitoestrógenos, podría producir efectos hormonales en niñitas con mayor sensibilidad a este grupo de hormonas.

La sofisticación

Hay estudios que responsabilizan de la pubertad precoz al uso de cremas de belleza y champús que contienen extractos de placenta que es riquísima en estrógenos.

Exámenes

Cuando en pediatra estima que puede estar frente a una pubertad precoz secundaria, solicita alguno de los exámenes de complejidad creciente, como:

– La tradicional radiografía de muñeca izquierda, para evaluar la maduración esquelética o edad ósea, que aparece muy adelantada, si se compara con la edad cronológica.

– Medición de niveles hormonales en la sangre, que están muy elevados.

-Tomografía computarizada o resonancia magnética del cerebro o del abdomen para descartar tumores.

Tratamiento

Si se descarta una causa secundaria de pubertad precoz, es decir se trata de una pubertad idiopática, se espera la estandarización con el tiempo o a lo más se administra una inyección mensual de una antihormona capaz de frenar el desarrollo puberal, sustancias llamadas genéricamente leuprólidos

En el caso de encontrar un tumor, el manejo es muchísimo más complejo, siendo resorte de cirujanos especialistas y endocrinólogos.

Posibles complicaciones

– Algunos niños afectados de pubertad precoz puede que no alcancen la talla esperada cuando lleguen a adultos debido a que, paradójicamente, la estatura detuvo anticipadamente por osificación de los cartílagos de crecimiento.

– Se suele producir una agudización de los problemas psicosociales o de adaptación que definen a la adolescencia, porque estos niños se desarrollan mucho antes que sus pares.