EMBARAZO DE LA ADOLESCENTE

Se llama embarazo adolescente al que ocurre en una joven entre 11 y 19 años, que carece de la maduración psicológica para ser madre. Se suele dividir el grupo en embarazo precoz, entre 11 y 14 años y embarazo adolescente propiamente tal, entre los 15 y 19 años. La división en estos dos conjuntos obedece a que en el primero se produce un daño mucho más demoledor en la salud del binomio madre e hijo y que muchas de estas embarazadas tuvieron una infancia muy disfuncional, cargada de violencia y abandono, cuando no de abuso sexual.

El embarazo de la adolescente significará, casi siempre, una parálisis en la educación de la joven, en sus aspiraciones laborales y en el proyecto de vida, acentuando la deserción escolar y la pobreza.

Existe una clara relación entre el embarazo en la adolescente, aborto, parto prematuro, enfermedades de trasmisión sexual y muerte súbita del recién nacido.

El origen del flagelo es multifactorial. Como telón de fondo están la carencia, el abandono, la falta de lazos familiares integradores y la violación. También hay que agregar la práctica sexual llevada a cabo sin métodos anticonceptivos o incorrectamente empleados. Asimismo influyen el consumo de alcohol y sustancias psicotrópicas por parte de este grupo etario. Otro factor de importancia es la presión de los compañeros que alienta a tener relaciones sexuales a jóvenes que se sienten inseguros o con temor a ser marginados del grupo.

Se trata de una cuestión mayor dentro de los programas de salud pública en todos los países del mundo. En Chile la incidencia se ha estabilizado en 50 nacimientos anuales por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 años. En los países centroamericanos es de alrededor de 90, en Estados Unidos es 30, mientras que en Europa es del orden de 11. Más elocuente es decir que de los 250.000 chilenos que nacen anualmente, 35 mil, un 13%, son hijos de mujeres de 19 años o menos.
En nuestro país ha habido una preocupación institucional por el problema desde hace tiempo. Inicialmente se dio énfasis a programas personalizados de control del embarazo, atención del parto y adopción.

Ahora el acento se coloca en la prevención. La educación sexual a partir de los 10 años, hecha en forma bien entendida y profesionalmente constituye el pilar fundamental, pero ella será siempre insuficiente si no hay apoyo y ejemplo en el hogar Tan importante como lo anterior es la prevención del embarazo insistiendo y enseñando el correcto uso de anticonceptivos y preservativos, junto al acceso gratuito a estos métodos, garantizando la privacidad. La edad en que los jóvenes pueden acceder a ellos ha sido motivo de una encendida controversia. Este programa, como asimismo la entrega de la píldora del día después debe perfeccionarse con urgencia, siendo necesario que se cree una comisión nacional de expertos que incluya la participación de las confesiones religiosas.